Una mente en blanco

Pasaba las hojas de un viejo álbum lleno de fotos. Cargado de recuerdos de una vida en blanco y negro. Con penas, alegrías, ilusiones.
Sus manos arrugadas acariciaban aquellas fotos intentando recuperar el momento. Fotos de una vida que llegaba a su fin. Fotos de una historia vivida que no será contada.
Dos lágrimas eternas caían por sus mejillas. Se va. Su vida se va y no puede atraparla. Sentía un dolor en su corazón, agudo, punzante.
Se miró en el espejo tratando de recuperar su juventud. Pero el reflejo de un pelo gris y unos ojos tristes la devolvía a una vida que se iba.
Se sentó en una silla y observó la pared. Aquel blanco la hacía no pensar en su pasado. Pero el recuerdo de su vida sería eterno. Aunque ella no se acordase.
Su amor se fue antes que ella. Sus pequeños ya no corrían por el jardín de la casa. Su enfermedad, que se aferraba a sus recuerdos era su mejor amiga.
Volvió a coger el álbum de fotos intentando discernir cada momento. Intentado saber qué pasó. Pero su mente se apaga. Sus ojos se cerraron. Y su paz llegó para la eternidad.